Una de las cosas que se suele hacer en las bodas es tener un detalle con los amigos que se van a casar después, como recuerdo de la boda. El sábado estuve de boda, como os dije, y resulta que en este caso, la siguiente en casarme soy yo. Por eso, después de la cena y antes del baile, los novios nos dieron una sorpresa estupenda: un regalito. 

La verdad es que se trata de una costumbre que merece la pena conservar,porque es un detalle muy bonito. Lo que regales a tus amigos "casaderos" depende de ti, del estilo de tu boda, de la relación que tengas con ellos... 

A nosotros nos dieron dos detallitos superbonitos, te cuento:

-Unos novios cortando la tarta de Playmobil, los típicos "clics" de toda la vida. La verdad es que es un detalle muy divertido, y por cierto, ¡la novia lleva un velo muy largo! Son graciosísimos.

-Una agenda de la editorial Grijalbo que se llama El álbum de mi boda, que viene genial para organizar todos los detalles de la boda: invitados, organización de las mesas, preselección de la música, presupuesto... Vamos, que es un regalo de lo más práctico. Bueno, de hecho, a mi me ha venido de maravilla y lo primero que hice al volver de la boda fue empezar a utilizarla.

Otra de las cosas que se suele regalar son los muñecos de la tarta, pero estas dos ideas me parecen mucho más originales, ¿no crees?

La verdad es que los detalles para entregar a los invitados es otro de los asuntos en los que hay que pensar bastante... Claro, que puedes optar por lo sencillo y no pensar demasiado.

Pero si quieres ser original, lo cierto es que tienes una gran cantidad de cosas que puedes dar a tus invitados.

Como por ejemplo, estos imanes, que me han parecido una idea realmente original y estupenda. Van en una cajita con forma de frigorífico y en el interior hay cuatro imanes con formas diferentes, pero todas relacionadas con la boda: una tarta nupcial, unas campanas de boda, unas alianzas y un corazón.

El precio es de unos 3,70 dólares, yo creo que no está nada mal (sobre todo si hacemos al cambio a euros). A mí personalmente me encanta la idea, y no es uno de esos regalos condenados a acabar en un cajón.

¡Seguro que más de un invitado no tarda nada en colocarlo en su frigorífico al llegar a casa!

Foto de vodamia