El pastel de bodas es uno de los manjares que más éxito tiene entre los comensales que han sido invitados a una boda.

Aunque son muchas las parejas que ya optan por no poner pastel nupcial y dejar de lado la escena de cortar la tarta, hacerse las típicas fotos... tengo que reconocer que es un momento que a mí me encanta. Ver salir tu pastel de bodas, fotografiarte junto a él (va a durar muuuy poco), brindar por el amor y... cortarlo como si se fuera a acabar el mundo. 

Hay mil posibilidades de tartas nupciales, hace unos días os enseñaba algunos diseños de lo más elaborados, pues hoy no puede ser menos y he buscado una tarta de bodas elaborada con oro comestible. Más que una tarta parece un lingote de oro, si lo vendemos quizás podemos pagar la boda, ¿no? La presencia de esa tarta de bodas es maravillosa, le da una elegancia extraordinaria a ese momento tan importante para algunas parejas.

Parece que últimamente, en los banquetes de bodas el oro comestible se está poniendo de moda. Justamente, en el aperitivo de mi boda ofrecimos a nuestros invitados bolitas de queso cubierto por oro comestible, y fue un éxito rompedor, ¡no podía estar más bueno!

Si os animáis a poner pastel de bodas, pensad en esta posibilidad... 

Foto Houstlantavegas.

No hay duda de que el dorado es uno de los colores de la temporada, que se lleva mucho y que seguro que has visto en alguna que otra fiesta estas Navidades.

Y es que el dorado es sin lugar a dudas uno de los colores relacionados con la Navidad, pero que te puede quedar de maravilla si tienes una boda a la vista, ya que el dorado es uno de los colores de moda y además, puede quedar realmente bien en una ocasión tan especial como una boda.

Si eres de las más lanzadas, puedes optar por un vestido en color dorado, seguro que te conviertes en una de las estrellas de la fiesta.

Pero si te gusta el color dorado y no quieres llamar mucho la atención, tienes otra opción: apostar por el dorado en los complementos. Pendientes, anillos, pulseras... o incluso los zapatos, una apuesta con la que seguro que aciertas.

Por cierto, que si en la boda no eres la invitada, sino la novia, no tienes por qué renunciar al dorado. ¿Te animas a lucir un vestido de novia en color dorado? Por ejemplo, Rosa Clará tenía algunas propuestas para novia en color dorado la temporada pasada.

Además, otra forma estupenda de lucir el color dorado es llevar un tocado en estos tonos, un estilo con el que estarás estupenda.

¿Qué te parece la idea? La verdad es que a mí me encanta.

Vía| Hola

A la hora de pensar en todo el look que lucirá la novia en el gran día de su boda, es preciso también pensar en los accesorios, como por ejemplo, en la importancia de las joyas, ya que terminan de definir el estilo y el vestuario de una manera única.

Desde quien sabe cuando que las perlas se han convertido en casi una tradición para aquellas que se paran frente al altar, las perlas son símbolo de pureza y femineidad, por lo que el collar de perlas, aunque nos parezca que ha pasado de moda, es siempre un gran acierto a la hora de vestir el cuello de la mujer.

Vestir perlas pueden tener un tenor aun mas emotivo cuando tenemos la suerte de contar con el collar de bodas que ha utilizado alguien cercano, no es raro enterarse de que tal o cual novia se ha casado con el collar de perlas de su abuela, y es que con un buen tratamiento de brillo y renovación, todo collar de buena calidad puede ser reutilizado, dándole aun mas valor por su calidad afectiva.

Claro que también podemos pensar en otros materiales para los collares de boda, el oro nunca masa de moda, y tampoco lo hacen los diamantes, dependiendo del escote del vestido, podremos optar por algo mas pegado a la piel, un motivo sucesivo de accesorios, o un colgante con cadena que vista a su vez parte del pecho de la novia.

Lo que hay que pensar a la hora de escoger el collar de boda es que debe lucirse, generalmente el vestido es sumamente llamativo, y no debemos permitir que esta pieza de joyería se pierda, ni que tampoco quede disonante con el estilo que se lleva, el ideal es que ambas piezas: vestido y collar, queden unidas y se asocien para crear un efecto brillante, clásico y glamoroso.