Todo empezó en el festival de Coachella, en California, uno de los más conocidos y al que acuden gran cantidad de famosos. Allí, concidieron Katy Perry y Lindsay Lohan y al parecer, congeniaron bastante bien.

Y entre risas, una copa por aquí y otra por allá, Katy Perry le sugirió a Lindsay Lohan la posibilidad de ser dama de honor en su boda. Claro, se trataba de una de esas sugerencias entre copas a las que tampoco hay que hacer demasiado caso.

Pero Lindsay sí que hizo, y en un momento, todo el mundo ya sabía la noticia. Desde luego, pobre Katy Perry, seguro que otra vez se lo piensa antes de hacer propuestas con dos copas de más.

Y lo malo es que aquí no acaba la cosa, porque me parece que Lindsay Lohan es una de esas personas a las que les das la mano y se cogen el brazo entero, y ya no solo es que quiere ir a la boda, sino que encima, ha decidido organizar ella la despedida de soltera, algo de lo que ya se va a encargar Rihanna, que es una buena amiga de la cantante.

No me quiero ni imaginar lo que pensará de esto Russell Brand, el novio...

Foto de Zimbio