Historia y Costumbres

Llevo escribiendo sobre el mundo de las bodas casi seis años, y tengo por costumbre publicar todo lo que encuentro sobre la historia, costumbres o tradiciones nupciales. Me gusta y siempre me ha hecho gracia saber el origen de muchas costumbres que todavía hoy se mantienen.
Pero pese a haber escrito mucho de esto, todavía hay dias que me sorprendo al encontrar cosas nuevas.
Hoy os dejo una superstición que ya no se mantiene, pero que en su día tenía la misma importancia que la de llevar algo nuevo, algo prestado y algo azul...por ejemplo.
La novia no puede mirarse en un espejo de cuerpo entero el día de la boda.
Es decir, podemos mirarnos en el probador de la tienda de vestidos de novia, en nuestra casa dias antes para probar como queda el vestido con los zapato..etc. Pero el mismo día de la boda no, y menos una vez que la novia está totalmente arreglada ( vestida, peinada y maquillada) con todos los accesorios y complementos.
Y os preguntaréis, por qué? Todas estas tradiciones tienen una justificación supersticiosa, y en este caso, en la antigüedad se pensaba que mirarse mucho en el espejo era un acto de vanidad, y si una novia se miraba mucho en el espejo eso es que era vanidosa, uno pecado para los dioses que podían finalmente considerar que no era digna para casarse, y podría estropear la boda con alguna de sus malas artes.
Qué os parece el temita....??
yo la verdad es que el dia de mi boda al final, mi familia me puso tan nerviosa, y estaba la casa tan llena de gente, que creo que una vez me puse el vestido, ni me mire al espejo y salí corriendo con toda la comitiva porque por supuesto llegaba tarde..o algo mas que tarde...
Que tal un crucero de lujo para tu viaje de novios?

En el mundo de las bodas hay un sinfín de tradiciones arraigadas que cumplimos y mantenemos de generación en generación sin conocer, en realidad, su origen y el motivo de su celebración. Vestir de blanco, llevar algo nuevo, algo viejo y algo usado o la tarta nupcial son elementos indiscutibles que se dan cita en cualquier boda moderna. Porque, por mucho que pasen los años, hay costumbres que se mantienen intactas.
En BodaEstilo hemos querido descubrir el porqué de las tartas nupciales y el resultado, ¡ha sido una auténtica sorpresa!
La historia de las tartas de bodas
Trasladémonos a la Antigua Roma. En las bodas de entonces, tras el enlace matrimonial se rompía un trozo de pan sobre la cabeza de la mujer para desearle un futuro fértil para la concepción de sus hijos. Las migas que caían del alimento eran comidas por los invitados a la boda pues se tenía la superstición que su ingesta provocaba buena suerte.
Esta tradición romana se trasladó a todo el continente y cuando llegó a Inglaterra, en la época medieval, la costumbre se modificó y los invitados empezaron a traer pasteles pequeños como obsequio a los novios; estos, cogían todas las tartas y las repartían entre los invitados. La tradición inglesa evolucionó hasta que todas las tartas pequeñas se fusionaron en una grande y de varios pisos: la tarta nupcial.
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Después de dar el "sí quiero" es tradicional que los novios se marchen de viaje de novios durante un largo período de tiempo. Desde siempre ha sido así, incluso en las empresas, hay convenios especiales para que los novios disfruten de 15 días de luna de miel para que su amor y su unión se celebre de inmediato. Pero, ¿qué significa exactamente esto de la luna de miel?
El origen de la tradición de la luna de miel
Los viajes de novios se realizan justo después de la ceremonia; hay novios que emprenden el viaje justo después y, otros, que prefieren descansar y esperar uno o dos días para marcharse.
Sin embargo, el origen de la luna de miel viene de la antigüedad, de los Teutones, una civilización que únicamente celebraban las bodas bajo la luz de la Luna llena; los 30 días después del enlace matrimonial, los novios debían consumir licor de miel para llenar sus bocas de dulzura. De este modo, el término de "Luna de miel" empezó a acuñarse a raíz de la práctica de esta civilización.
Con los años, el nombre que designa a los días posteriores de la boda se ha mantenido, sin embargo, ahora es costumbre marcharse unos días para celebrar su recién estrenado matrimonio. Los novios ya no se casan bajo la luz de la luna ni toman licor de miel durante 30 días, pero sí que se dedican unos días a amarse, respetarse y ser felices.
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Muchas veces te habrás preguntado el motivo de según qué tradiciones en el mundo de las bodas. Si nos paramos a pensar, veremos que hay múltiples costumbres que envuelven el gran día: llevar algo azul, algo nuevo, algo prestado... Pero, además de estas, también existen rituales mucho más arraigados y que pasan desapercibido en la celebración de tu ceremonia de bodas como, por ejemplo, el arroz.
El arroz se usa para lanzar a los novios cuando terminan de darse el "sí, quiero"; Tras la ceremonia oficial, los novios son rociados por sus invitados con lluvias de arroz. En BodaEstilo hemos querido averiguar el por qué de esta extraña y tradicional costumbre que se lleva a cabo durante el día de tu boda, ¿quieres saber cuál ha sido la respuesta?
Costumbre europea
Lanzar arroz a los novios después de la ceremonia es una costumbre que se realiza en la región europea desde los tiempos de la Edad Media; sin embargo, en Oriente hacía ya tiempo que se realizaba este ritual. Su origen recae en la creencia oriental de que el arroz era símbolo de la fertilidad. De este modo, si los novios son bañados con una lluvia de arroz es para augurarles un buen futuro familiar y desearles que tengan muchos hijos.
La evolución de la costumbre del arroz
Con el paso de los años, las tradiciones también se someten a algunos cambios. Hay muchas bodas en las que todavía se mantiene la costumbre del arroz, sin embargo, existen muchas otras en las que el arroz ha sido substituido por pétalos de rosas. A diferencia del arroz que promulga buena suerte en el campo de la familia, los pétalos piensan directamente en la felicidad y el bienestar de la pareja; es por este motivo, que los pétalos representan un futuro dulce y feliz para los enamorados.
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Hoy he encontrado un tema curioso relacionado con las tradiciones y/o supersticiones en las bodas, los años bisiestos y el día clave de estos, el 29 de Febrero.
Concretamente esta tradición o superstición llega de Irlanda, aunque es extensible a todos aquellos países de habla inglesa, donde al día bisiesto se le llama “Leap Day” y en muchos otros como “el día de los solteros”.
Cuenta la leyenda popular irlandesa que Santa Brígida hizo un trato con el patrón local San Patricio, para permitir a las mujeres que cada cuatro años, pudieran ser ellas las que pidieran en matrimonio al hombre amado (otros datos históricos apuntan a que esta costumbre se introdujo para equilibrar los roles tradicionales de hombres y mujeres de una manera similar a cómo el Día de Salto equilibra el calendario).
Una costumbre sorprendente, si pensamos que se remonta al siglo V. Pero aquí no termina el tema y es que además, si el chico decía que no, esto era augurio de mala suerte para el, y se le pronosticaban algo malo a nivel económico.
Poco a poco la tradición evolucionó y se impuso en las altas clases de la sociedad la costumbre de que si un hombre rechazaba a una mujer en 29 de febrero, este debía regalarle 12 pares de guantes, con la intención de que estos le sirvieran a la mujer para cubrir la vergüenza de no llevar un anillo de pedida.
Otra historia popular cuenta que fue la reina Margarita de Escocia la que promulgó una ley de las multas para los hombres que rechazaron las propuestas de matrimonio hechas por las mujeres en un año bisiesto, ley que se impuso sobre todo en Finlandia y Dinamarca.
En España esta tradición no es muy conocida pero fuera este día es especial, y el 29 de Febrero es elegido por muchas parejas anglosajonas para contraer matrimonio, y son muchos los chicos/as que este día se lanzan a pedir la mano a sus chicas/os. Concretamente este año, 29 de febrero del 2012, ha sido muy prolijo en bodas y peticiones de matriminio y es que hasta el 2016 la fecha no se volverá a repetir.
Y para terminar con esta curiosa tradición, os contaré que este día hasta tiene una oración propia que escribió un clérigo para las parejas que planean su boda en un año bisiesto.
La oración ha sido tomada del libro de Oraciones de bendición del venerable Jan McFarlane, arcediano de Norwich:
"Dios de amor, por favor bendice a N y N, mientras se preparan para el compromiso del matrimonio. Es posible que no los planes para la boda de superar a la preparación más importante para su vida juntos. Por favor bendice a su familia y amigos mientras se preparan para este día tan especial que tu bendición descienda sobre ellos ahora y siempre. Amén. "

Cuando pensamos en la palabra "boda", cosas como un vestido de novia, las alianzas, algo azul, algo nuevo, algo prestado, el arroz... vienen rápidamente a nuestra mente.
Pero las cosas no son así en todos los lugares del mundo. Y es que las diferentes culturas que hay a lo largo y ancho del planeta tienen maneras diferentes de celebrar las bodas. Y en algunos casos, las diferencias son abismales. Es lógico, teniendo en cuenta que la vida, la cultura y la manera de concebir el mundo cambian mucho de unos lugares a otros.
Por eso, una boda en Papúa Nueva Guinea no tiene mucho que ver con una de las que conocmeos. Y es que las costumbres no son las mismas en Papúa. En este país, muchas de las bodas tienen mucho que ver con una transacción comercial, en la que la familia del novio habla con la familia de una mujer que vive en otra aldea. A partir de aquí, acuerdan un precio y la mujer se traslada a la choza del hombre.
El precio de la mujer se establece en cerdos y caracoles, aunque actualmente hay tratos que se establecen en moneda.
Por cierto, que algunos de los cerdos se comen después en el banquete, horneados en fosas llenas de piedras calientes y envueltos en hojas de plátano.
Sin duda, una manera muy diferente de concebir una boda, ¿verdad?
Vía| BBC
Que tal un crucero de lujo para tu viaje de novios?

Algo nuevo, algo viejo, algo prestado, algo azul, y ...una moneda en el zapato. Si, estas son las cinco tradiciones, y como esta última es poco conocida, hoy os contamos que simboliza, que, quién y como se tiene que poner, y su historia.
Las monedas siempre han simbolizado riqueza económica, pero yendo más allá de esto, la costumbre lo que pretende es asegurar la seguridad y la prosperidad de la pareja así como riqueza de felicidad en el matrimonio.
La costumbre nos llega desde Inglaterra, concretamente del periodo victoriano y es que allí existe un refrán popular que dice así : “ Something old, something new / something borrowed, something blue / and a lucky sixpence in your shoe” . "Algo viejo, algo nuevo, algo prestado, algo azul y una moneda de seis peniques de plata en su zapato."
La moneda, concretamente un centavo, debía de llevarla la novia en su zapato izquierdo, y así se aseguraba la suerte en su boda y después de ella, y es que durante la edad media feudal existía la creencia de que los demonios y espíritus malignos eran especialmente activos en los rituales religiosos.
Durante el siglo XVII la costumbre del centavo se tornó en una moneda de plata, la cual era regalada por el señor feudal , como regalo de boda a la novia.
Cuando la moneda de plata no existía esta se representaba con una moneda de seis peniques, cantidad que más tarde se convertiría en la dote que la familia de la novia debía de dar al novio.
Hoy esta tradición se mantienen, y aunque en nuestro país no es muy conocida, en países angloparlantes hay familias que mantienen la tradición y pasan las moneda de seis penique de generación en generación.

Las bodas están llenas de historias y costumbres. Empezando por el vestido de novia, desde sus inicios que era negro ha ido variando en con el paso del tiempo, hasta convertirse en modelos muy especiales incluyendo el color en muchos de los diseños.
Algo azul, algo nuevo, algo viejo, algo prestado... Las tradiciones son muchísimas y parece que aunque se van perdiendo poco a poco, algunas de ellas quedan por si acaso no lo haces y... tienes mala suerte en tu matrimonio.
No sé qué tipo de novia serás tú, pero si eres de las que vas a seguir al pie de la letra cada una de las tradiciones y de las costumbres que se oyen por ahí, señal que eres un poquito supersticiosa, ¿no es así?
Si es tu caso, me imagino que tus damas de honor escojan el amarillo como color para acudir el día de tu boda, no te haría demasiada gracia. Puede que sea una tontería para muchos pero es algo a tener en cuenta si vas a estar incómoda en el día más importante de tu vida.
Lo mejor para solucionar estos problemas es hablar con tus amigas y decidir entre todas cuál será el color escogido para las damas de honor.
Foto The wedding tree.

En la cultura islámica, el matrimonio es una de las tradiciones más enraizadas en la sociedad. Países como Marruecos han logrado mantener esta tradición, la cual ha sido sumamente influida por la occidentalización y además se ha simplificado.
La tradición islámica
Las bodas en Marruecos se relacionan inherentemente a la iniciación de la madurez de la novia. Con motivo de esta celebración, la misma será bañada en un hamman (baño árabe) a través del cual será protegida por los yenun o genios. Esta tradición es sumamente importante y la novia cuenta con un séquito de maquilladoras, peluquerías y modistas con el fin de verse sumamente bella en estos primeros ritos matrimoniales.
Otro rasgo característico de las bodas islámicas es la decoración de manos y pies a base de henna, planta medicinal fundamental en la cultura musulmana, la cual es un talismán que se emplea para eliminar ‘el mal de ojo’.
El simbolismo también cumple un papel importante en la cultura islámica. Al día siguiente, en el cuerpo de la novia se dibujaran arabescos y caligrafías. Si bien en la antigüedad para realizar este acto se utilizaban productos naturales como khol, el ghasul, el suak, el aceite de argana, y entre las fragancias, el almizcle, el agua de rosas, el jazmín, en la actualidad, se realizan con maquillajes compactos y eyeliner.
La celebración
En la noche de bodas la simbología juega un papel fundamental. Según la tradición, los amigos del novio ‘raptan’ a la novia para llevarla a la casa de sus padres. En la misma, la novia es recibida con múltiples agasajos, mientras que al novio le corresponde la lectura del Corán y besar a su amada en la frente.
Tras la lectura, a los novios comen y beben alimentos como leche y dátiles, lo cuales auguran buena suerte y son purificadores, por otro lado, reciben un manojo de llaves y pan, lo que representa el nuevo hogar.
La celebración de boda tiene una duración de tres días, la cual se lleva a cabo en la casa de la familia del novio, de la novia, amigos y conocidos quienes dejan abierta la puerta de sus hogares como símbolo de hospitalidad.
En este acontecimiento no faltan los pasteles tradicionales marroquíes , los cuales se sirven en tayins, donde todos comen de la misma fuente representando la unión familiar.

Los escaparates de las tiendas nupciales se llenan de blancos trajes para vestir desde a las novias más clásicas hasta las más modernas, que pueden ponerle algún complemento especial, pero el color de la pureza es el que más se estila.
La mayoría de las futuras novias a la hora de pensar en el vestido de novia que escogerán siempre se piensa en el color blanco o tonos parecidos. Hoy desde BodaEstilo os queremos enseñar de donde viene la tradición de los vestidos de novias en esta tonalidad. Nos tenemos que remontar al siglo XVI, donde la realeza se casaba con vestidos preciosos en tonos plateados. Pero fue la Reina Victòria la que quiso innovar a la hora de seleccionar el color de su vestido y se atrevió con el color blanco, con el que dejó a todos con la boda abierta.
Antes de que se instaurara la moda del color blanco, cada novia podía optar por casarse en diferentes colores porque intenaban que ese traje les sirviera para reutilizar en varias ocasiones. Dependiendo del color que cada novia escogía para su vestido nupcial significaba una cosa u otra: el azul significaba amor eterno... el gris perla era una mezcla de sentimientos... el rojo que la novia pensaba en su muerte... el amarillo signficaba desgracia para quien se casaba con ella... el negro era el color de la mala suerte...
En fin, esperamos que ninguna de esas predicciones se hicieran realidad porque no eran muy positivas, ¿verdad? ¡Me quedo con el blanco impoluto!
Vía Guianupcial.
Foto Complusivas.
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