El amarillo es un color que para algunos, no trae muy buena suerte. Sin embargo, si pasas de las supersticiones, es un color muy alegre y animado, que puede ser una alternativa estupenda para darle alegría a tu boda. 

¿Te gustaría convertir este color en el protagonista de la decoración de tu boda? Las posibilidades son muchas y puede ser precioso. 

Por ejemplo, puedes empezar por elegir flores en este tono para la decoración de la iglesia, fíjate lo alegre que queda con las flores amarillas en los bancos, en la foto. Además, puedes elegir a juego las flores del ramo.

Por otro lado, me gusta mucho lo bien que quedan los centros de mesa para decorar el salón del banquete con tonos amarillos, sobre todo si las mesas van a ir decoradas en colores más oscuros, puesto que el contraste hace que el amarillo destaque mucho más y queda genial. 

Por otro lado, hay que reconocer que el amarillo es un tono alegre y desenfadado, que encaja muy bien en todos los estilos, y que puede servir también para adornar la mesa de los dulces, si es que vais a poner, o para colocar algún detalle por el salón. También se pueden hacer los papelitos con los nombres de los invitados en este mismo color.

Dependiendo de lo protagonista que quieras convertirlo de tu boda, puedes optar por elegir invitaciones que tengan también algo de amarillo, o incluso por poner algo de este color en los detalles para los invitados. 

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